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Artesanía y Consultoría: Mi lectura de Sennett

artesania

 Por: Amalio Rey

“El Artesano” de Richard Sennett sirve de inspiración para introducir lírica, emoción y consistencia en el imaginario del “consultor artesano”. Este artículo traduce las conclusiones de Sennett a un conjunto de prácticas y desafíos concretos que tiene por delante la llamada Consultoría Artesana.



Por Amalio A. Rey

A continuación te ofrecemos una introducción del artículo. Para leerlo completo, puedes descargártelo en PDF.

En vacaciones pude leer por fin el primer libro de la trilogía sobre cultura material de Richard Sennett, “El Artesano”, al que le seguirán dos joyitas más: “Guerreros y Sacerdotes” y “El extranjero”.

El libro de Sennett es una descomunal metáfora que, masticada sin prisa, funciona de maravilla para reflexionar sobre el mundo moderno (y sus carencias) a partir de las sabias sugerencias que nos deja el pasado.

Además de los paralelismos que encontré en la obra Sennett con corrientes de pensamiento que sigo con gran interés en los últimos tiempos como el Design Thinking o la filosofía 2.0, lo que más he agradecido de su lectura es que introduce lírica, emoción y consistencia en el imaginario del “artesano”, una palabra que de solo pronunciarse evoca sensaciones positivas pero que, al menos yo, entendía de forma incompleta.

He leído el libro siempre desde la mirada sesgada de alguien que ya está haciendo un viaje, el de introducir cada vez más hábitos de consultoría artesana en su forma de trabajar. Así que mi propósito era muy concreto y práctico: ¿qué puedo aprender de la historia, el oficio y la cultura del artesano que pueda servirme para comprender mejor lo que es un “consultor artesano”? Mis conclusiones todo esto están resumidas en este artículo.

La artesanía y el artesano: ¿De qué hablamos?

Aunque a estas alturas parezca obvio, lo primero que hay que revisar es la idea del artesano como alguien que solo hace trabajos manuales. Ser artesano debe percibirse como una cultura, una forma de hacer las cosas y ver la vida, que puede expresarse en territorios mucho más amplios que el del trabajo manual. Por tanto, cuando hablamos de “artesanía” o de “artesanos” lo que estamos haciendo valer es la metáfora que supone.

Según Sennett, la “Artesanía” es el “deseo de realizar bien una tarea, sin más, solo por hacerla bien”, e insiste a lo largo de todo el libro que “la artesanía es trabajo impulsado por la calidad”.

Confieso que esperaba una definición más redonda y contundente de lo que es el artesano, y me sigue pareciendo incompleta esa forma de describirlo.

No sé, a mi me parece que hacer las cosas bien porque sí, porque disfrutas lo que haces, es condición necesaria pero no suficiente para sentirte un artesano.

Hay personas que se empeñan en hacer las cosas bien guiadas por motivaciones intrínsecas, por mero disfrute, pero siguiendo una lógica y unos objetivos que pudieran ser “industriales”. Disfrutan su parte, y la hacen con calidad, pero sumergidos dentro de una cadena o dinámica que es industrial.

Por tanto, para hablar de artesanía sigo pensando que no es suficiente con “disfrutar”. Por mucho placer que pongas en lo que haces, si produces por lotes, a mí me parece que falta ahí un rasgo clave: la personalización. Lo siento, sé que es una palabra manida, de la que se ha abusado mucho, pero opto por ella porque es fácil de entender.

 

Partiendo de reconocer, como dice Sennett, que “la palabra misma implica valores en conflicto”, me voy a atrever a enumerar algunos atributos o rasgos distintivos que para mí tendría siempre un verdadero artesano, y que se añaden al mero deseo de hacer las cosas bien:

1. Disfruta: Se divierte con lo que hace, y por eso procura hacerlo bien porque sí. Se entrega al proceso con la pasión de un artista que moldea una pieza.

2. Personaliza: Imprime un carácter y un sentido personal a sus trabajos, que tienden a ser diferentes porque adquieren cierta identidad. No hace “productos” sino proyectos flexibles y ligeros con un alto grado de personalización.

3. Experimenta con libertad: Siente curiosidad por la experimentación creativa de nuevos materiales y formatos. Le cuesta repetir lo mismo porque es curioso y le tienta lo nuevo. Por eso anhela trabajar con márgenes razonables de libertad y autonomía.

4. Aprende haciendo: Manosea la realidad con una clara vocación de acción. No separa teoría y práctica (“cabeza y manos” según Sennett), sino que las mezcla como el buen practicante reflexivo que le gusta ser. Observa y actúa, es ágil para concretar lo que imagina.

5. Conecta, empatiza: Procura cimentar una relación de confianza con el usuario, cliente o destinatario de su trabajo, al que necesita poner nombre. Aspira a esa conexión íntima y cercana para poder personalizar su obra y también, para ganarse el margen creativo que reclama. Concibe lo que hace pensando en las expectativas de personas concretas.

6. Vocación de productor: El artesano produce, no intermedia, ni subcontrata. Cuando necesita ayuda, se asocia y acude al gremio pero tiene esencialmente una cultura de productor más que de vendedor (de hecho, suele vender mal) y en cierto modo, no lleva bien la figura del intermediario.

El consultor artesano

Antes de entrar en más detalles, voy a traducir y resumir los rasgos que enumeré antes en registro de “consultor artesano”:

El consultor artesano es alguien que disfruta por vocación lo que hace imprimiendo identidad a sus proyectos, que reclama autonomía para la experimentación creativa, es ágil para concretar lo que imagina y cimenta relaciones de confianza con sus clientes.

Pues nada, definido a mi manera el concepto, veamos en el resto del artículo qué dice Sennett sobre la artesanía en general que a mí me sugieren perspectivas interesantes y renovadoras en la función del consultor, y que ayudarían a explicar mejor lo que podríamos llamar “maneras artesanas” de practicar la consultoría.

Si quieres continuar la lectura, te invitamos a bajarte el documento en PDF . El resto de los temas que trata el artículo son estos: 

- Disfrutar, divertirse haciendo consultoría: ¿basta con eso? 

- Personalizar, imprimir identidad a los proyectos 

- Las ventajas de lo diferente… e imperfecto 

- Curiosidad, experimentación y error inteligente 

- La confianza y el trato cercano 

- El marketing del consultor artesano 

- Paciencia y concentración


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