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Crisis, I+D e innovación

cambio

El efecto terapéutico y depurador de las crisis depende en gran medida de la intensidad con que se viven. Si la maquillas, se alarga; si la asumes con coraje, la acortas. La I+D y la innovación son dos cosas distintas y no se van a comportar igual en este escenario. El artículo resume en siete puntos el impacto previsible que según el autor tendrá esta crisis en la innovación y la I+D.



Douglas Rushkoff afirma que no estamos en una crisis, sino en un “renacimiento”. Es una forma optimista de verlo con la que me gustaría estar de acuerdo, pero todo dependerá de nosotros.

Creo en las crisis como sistemas de depuración, tienen un inmenso poder terapéutico

…y este modelo destila bilis por muchos agujeros, los del abuso inmobiliario, las burbujas especulativas, el oportunismo bancario y la parodia absurda en que se ha convertido el ejercicio de la política oficial.

¿Cómo operan las crisis? Dicho bruscamente, son un mecanismo de selección natural del que sobreviven solo los más fuertes pero… ¿Y quiénes son “los más fuertes”? Como yo lo veo, la fortaleza para superarla depende de dos rasgos:

- aCtitud: Carácter, perseverancia, sacrificio personal, porque para conseguir la mitad que antes, ahora hay que trabajar el doble. Lo que hace la crisis es elevar el listón, tienes que apretar la marcha y empinarse más. Y en ese sentido, funciona como un sano antídoto contra la comodidad.

- aPtitud: Sobreviven solo los más aptos, y esto suena mucho más injusto, pero es así. Los que se hayan preparado, y tengan activos y margen para maniobrar, pero también los que hayan heredado esa fortaleza, obedezca o no a su mérito personal.

Mientras que Shedly Lazarus, CEO de Ogilvy & Mahter, afirma que “las empresas inteligentes ganan cuota de mercado en los tiempos difíciles”, yo me conformo con saber que la escasez de recursos, por fin, va a servir para agudizar el ingenio.

Tenemos un problema menos, porque hoy nos pega ese sabio aforismo cubano que dice “Por dinero no te preocupes, que dinero no hay”.

No hay dinero, entonces pensemos en hacer las cosas de otra manera. Ya era hora. Pero mientras más duras y rápidas sean las medidas que se tomen, más pronto el sistema se va a depurar.

El efecto terapéutico de las crisis depende en gran medida de la intensidad con que se vive. Si la maquillas, se alarga. Si la asumes, acortas los plazos.

Por ejemplo, no tiene sentido que la Administración se empeñe en destinar fondos a sostener grandes empresas y bancos que están podridos. Estamos echando dinero en saco roto, además de distraer fondos de otras opciones que sí contribuyen a un cambio de modelo.

No puede ser que algunos siempre ganen. Son los que más trincan en épocas de bonanza y los que más ayudas reciben en tiempos de penurias.

 

Y en medio de este escenario, ¿qué va a pasar con la I+D y la innovación? Recuerdo que en la contraportada de El País del domingo 8 de febrero, en una entrevista a la Ministra Cristina Garmendia, le preguntaban si el “patio” estaba para mucho I+D, y ella respondía que “más que nunca” porque “la mejor receta para la crisis es la innovación”.

Pues bien, la I+D y la innovación son (como supongo que ya sabéis) dos cosas distintas. No se van a comportar igual ante la crisis. La necesidad es la madre de la innovación, pero ¿y de la I+D?

Me voy a atrever a resumir en varios puntos mi pronóstico sobre este asunto:

1. Las crisis tienden a disminuir la I+D porque distraen recursos para necesidades a más corto plazo, y esto es algo totalmente comprensible. Los gastos reales en I+D, no los datos maquillados que se publican tras complejos ejercicios de ingeniería contable, van a reducirse.

2. Mientras más profunda sea la crisis y más alarma social genere, más se va a castigar a la I+D (recuerdo, “Investigación y Desarrollo”), porque las urgencias de corto plazo consumirán más recursos en detrimento de inversiones menos tangibles y comprensibles para el ciudadano común (el que vota) como es la I+D.

3. El impacto negativo de la crisis en la I+D podría atenuarse, incluso anularse, si hay un fuerte liderazgo con capacidad de persuadir de la necesidad de cambiar sacrificio a corto plazo por soluciones genuinas a medio y largo plazo. Mientras más coraje y liderazgo estratégico, mejor parada saldrá la I+D.

Solo un liderazgo fuerte y basado en una alta credibilidad (que me temo que falta) podría defender la idea de que la inversión es más importante que el gasto.

4. Lo que sí va a aumentar significativamente es la innovación, ya lo estamos viendo, porque en los malos tiempos florece como nunca la imaginación colectiva y la necesidad de cambiar cosas.

Se desatan las fuerzas de la “destrucción creativa”, para bien y para mal. A ello contribuye un hecho incontestable: la innovación es mucho más barata que la I+D, y tiene resultados más inmediatos.

5. También me atrevo a pronosticar que las innovaciones de gestión y organizativas crecerán mucho más que las tecnológicas. No es una hipótesis que pueda demostrar, pero sospecho que va a ser así, ¿qué crees tú?

6. Las crisis producen también mucha innovación fallida, la que fracasa, porque obligan a innovar sin tiempo, de prisa. Así que el ratio de éxito en las innovaciones introducidas disminuirá seguramente.

7. Lo difícil ahora para muchas empresas es aguantar los problemas de tesorería, porque el patrimonio importa menos que la liquidez, y como dice David, “las empresas han pasado a modo caja”, tratando de reducir gastos mientras intentan monetizar cualquier cosa por pequeña que sea. Esta disciplina es imprescindible para capear el temporal, pero al mismo tiempo hay que seguir innovando al menor coste posible.

El impacto de la crisis en la I+D y la innovación es un debate que suscita mucha polémica. Además de ser interesante, es necesario. Lo digo porque percibo una fuerte caída de la moral entre los promotores de innovación que se cuestionan cómo van a promoverla en un entorno tan cortoplacista y de supervivencia, donde todo parece conspirar contra la idea de invertir en estos “lujos”. Pero yo quiero ser optimista, y tengo mis razones, como las que he contado antes.

Éste es sólo un resumen, descárgate el artículo completo en PDF


Comentarios

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lauray
16/Dic/2009 10:59:38

me parece una reflexión muy interesante. hoy en día te encuentras a muchos empresarios que se han instalado en una visión pesimista y tremendista de la crisis. debemos trabajar mucho la actitud de estas personas porque esta crisis está provocada, entre otros, por actitudes erróneas en la gestión de las empresas. Considero muy importante varias cosas que comentas: trabajar las actitudes Positivas (desde el individual hasta el organizacional), el asumir los nuevos retos y la apuesta por los nuevos modelos.

Se produce algo muy humano como es la Resistencia al cambio, cuando éste, es inevitable. Por tanto, antes que demonizarlo tenemos que saber trabajar esos cambios y convertirlos en nuestras futuras ventajas. Creo qeu a partir de ahora un punto de vista psicológico puede ser fundamental en cualquier equipo de trabajo para saber trabajar todo esto.
SAludos!!

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